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dimecres, 10 de desembre del 2008

Guerreros de la roca

El altre dia varem comentar Garu i jo sobre aquest llibre, el qual sembla molt interesant.


Arno Ilgner. Guerreros de la roca. Entrenamiento mental para escaladores. Ediciones Desnivel, Madrid, 2005. 184 páginas. ISBN: 84-96192-81-4


Quizá fuera Wolfgang Güllich quien dijera por primera vez que el músculo más importante es la mente:

“…el psiquismo es el músculo más fuerte en una actividad deportiva, pues es el que formula la tarea y programa la voluntad para llevarla a cabo, guiado a su vez por factores del mundo exterior.” (Tilmann Hepp. Wolfgang Güllich, una vida en la vertical. Ediciones Desnivel, Madrid. Segunda edición de 2004. 214 páginas. ISBN: 84-96192-57-1, cit. en p. 57)

Desde entonces —si no es que antes— los escaladores han estado buscando soluciones para mejorar el rendimiento en el plano mental. Un gran respiro vino cuando aparecieron los libros de Carlos Castaneda y sus encuentros con el brujo yaqui Don Juan. La mentalidad que proponía era nueva y los escaladores no dudaron en tomarla como un libro prácticamente obligatorio.

Arno Ilgner utiliza los conceptos manejados por Castaneda para plantear un método para mejorar la escalada analizando tu forma de encararla

Guerreros de la roca es un programa de entrenamiento mental a la vez que una filosofía de escalada en roca, que se alimenta de la rica tradición y la literatura del guerrero. Su estilo es muy diferente del que suele ir asociado a la guerra, ya que no es ni combativo ni demasiado agresivo. Es en cambio un programa de equilibrio, armonía y astucia que se basa en la aplicación pacífica de las antiguas tradiciones marciales.” (p. 25)

El método es simple: primero hay que reconocer lo que estorba, verse a uno mismo cual es, plantearse los verdaderos objetivos y siguiendo algunas pautas, llegar a ser mejores, un camino que nunca terminará de recorrerse. Pero si el método es simple, todo parte de una premisa:

“Es nuestra responsabilidad hacer de nuestro trabajo algo que nos apasione, porque es la manera más eficaz de aportar felicidad a nuestras vidas. Un trabajo en ese algo es el mejor camino para afrontar un reto y es la forma más eficaz de servir a los demás.” (p. 22)

Esta premisa es importante y sencilla pero para alcanzar ese grado de superación y atreverse a romper con todo lo que nos limita, sólo puede alcanzarse mediante un gran esfuerzo y ahí es donde entra la filosofía del guerrero:

“La filosofía del guerrero deriva del reto incomparable y exigente al que se enfrenta un soldado o un combatiente, como un samurai, en un duelo a muerte. Debe desenvolverse con absoluto dominio de la situación y con calma frente al terrible peligro mortal. Al prepararse, el guerrero ha de poner a punto cuerpo y mente, ya que, si no lo hace, no vivirá mucho.” (p. 25)

En esencia, escalar y ser guerrero es lo mismo. Hay que seguir con vida o renunciar. El guerrero aprende:

“Aprender y crecer es un proceso de modificación de tus creencias. Si estás atado a tus creencias, no desearás modificarlas. Cuando te identificas con tus creencias, te anclas a ellas. Sin darte cuenta, te pones a la defensiva cuando están amenazadas. Te sientes amenazado personalmente.” (p. 64)

Aprender es el proceso clave de la escalada, de cualquier deporte de montaña o de cualquier aspecto de la vida:

“¿Qué es lo que importa realmente cuando enfrentamos un riesgo? Lo que importa es aprender. Quieres ponerte a prueba, afrontar algo que esté fuera de tu zona de confort y ver de qué eres capaz. Tu verdadera meta no es conquistar treinta metros de roca inanimada, sino aumentar tus habilidades por medio del aprendizaje.” (p. 44)

Estamos aprendiendo. Por eso es que el escalador se arriesga para ampliar su “zona de confort”. Y si hace esto, es porque estuvo abierto a las diferentes formas en que le llegó la información y porque supo aprovecharlas:

“Ser abierto de mente significa que no rechazas información nueva sin antes evaluarla y, si es útil, hacer un intento sincero de incorporarla a tu forma de pensar. Pero ¡cuidado! Poca gente admite realmente que son o se sienten cerrados de mente.” (p. 64)

http://montanismo.org.mx/articulos.php?id_sec=12&id_art=1389